Cuando te tenga entre mis manos
voy a amarte aún más;
cuando te tenga a mi lado,
voy a enseñarte todo aquello que sé
y mostrarte los errores que yo cometí,
para que procures no cometerlos tú.
No te exigiré triunfos ni riquezas
pero si te exigiré honestidad y respeto;
te daré libertad para expresar tus ideas
pero no te dejare que trates de imponerlas a la
fuerza.
Te enseñare la belleza de un tranquilo atardecer
y el orgullo de conseguir un éxito a base de esfuerzo.
Te prestare mi mano para que te levantes de una caída
y mi hombro si necesitas llorar.
Procurare tener siempre una sonrisa en mis labios para
ti
pero te he de corregir con mano firme de ser
necesario.
Ante todo le pediré a Dios sabiduría y amor para
guiarte,
para que todas mis palabras puedan serte de ayuda.
Y esta misma sabiduría me lleve a inculcarte,
el temor a Jehová, Tu Creador...
porque sin Él a nuestro lado nada somos,
con Él lo podemos todo.
Nos ama tanto que ofreció a su Hijo - Jesús para salvación
nuestra.
Pido a Dios te bendiga y te guarde,
te llene de sabiduría y paciencia;
así mismo le pido que me de la entereza moral
para poder guiarte,
todas estas peticiones las realizo en el nombre de Jesús, el
Hijo Amado.
Te amo y creo que como todo padre no quisiera que nada malo
te pasara,
quiero cuidarte y darte lo mejor, pero temo a cometer alguna
equivocación.
Te prometo poner todo mi amor y mi entrega por tu bienestar
pero no por ello he de malcriarte ni consentirte de más,
exigiré de ti rectitud, respeto y honestidad no solo para mí
sino para ti,
para tu vida y para todos quienes te rodean.
Te Amo.
Atentamente,
Angel Saltos Veintimilla.
Tu Padre.
Viernes, 06 de Noviembre de 2009