viernes, 22 de abril de 2011

Recuerdo lo que me decías: Quiero que mi nombre suene a poesía.¡Existiendo ya eres poesía!

Quiero que mi nombre suene a poesía
no por las letras del ayer
ni por el limbo del que surgen,
el estelar de mis ideas.

Quiero que mi nombre suene a poesía
embarque a naufrago anclado en algún amor hiriente
y por la noche indiferente borre su enigmática suerte
para con el nuevo día surja un amor lozano.

Quiero que mi nombre suene a poesía
que sea suave como las nubes,
tierno como las delicadas caricias
y tranquilo como la voz de la brisa.

Quiero que mi nombre suene a poesía
arrulle al triste y le regale sonrisa
encienda el faro de otras avenidas
sea el motivo de un cántico de vida.

Quiero que mi nombre suene a poesía
para que me haga sentir la alegría
muestre siempre una mejor salida
Diga dichoso: Amo la vida y la lucha continua.

Quiero que mi nombre suene a poesía
para extasiarme en una explosión de lentejuelas
rindiendo tributo a los amantes de ocaso
que perseveran ante cualquier fracaso.

Quiero que mi nombre suene a poesía
en el cántico febril de un pajarillo juvenil
donde se teje en su voz la pasión,
nace del alma su gran interpretación.

Quiero que mi nombre suene a poesía
como el latido madrigal del nuevo día
de una sonrisa coral que refleja cariño
y abrace como la simpatía de todo chiquillo.

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